jueves, 8 de diciembre de 2011

IMPRESIONISTAS EN BARCELONA: COLECCIÓN CLARK

Extraordinaria la colección Clark expuesta en el Caixa Fórum de Barcelona. Por primera vez en mucho tiempo tuvimos que hacer cola para acceder a contemplar una exposición artística, lo cual es extremadamente positivo en los tiempos que corren, pero ese no es el tema de hoy. Ciertamente fue un auténtico placer el contemplar obras de Renoir, Pissarro, Degas, Corot, Manet, Monet, Sisley, etc., todas ellas de una exquisitez extraordinarias.  Sin embargo de la muestra me gustaría destacar tres que me dejaron totalmente  hechizado y que fueron las siguientes: “Bretonne en prière” de Gauguin, “Ocas en el arroyo” de Monet y “Orillas del río Sena en By” de Alfred Sisley. Como toda buena obra de arte, contemplar las tres pinturas en vivo y en directo dista un mundo de haberlas apreciado en fotografía anteriormente.

“Orillas del río Sena en By”de Alfred Sisley

Por orden de recorrido me quedé clavado en primer lugar con la obra de Alfred Sisley. A primera vista podemos observar como el autor marca una diagonal en el lienzo por encima de la cual podemos apreciar que predominan un amplio espectro de azules, que representan el cielo y las aguas del Sena, y por debajo de la misma diagonal, un bombardeo de matices verdes y dorados, que quedan perfectamente contrapesados con, y si ningún entendido en botánica me rectifica, el gran chopo de hojas ocres que ocupa la parte derecha de la obra. Pero son las sensaciones lo más importante. Personalmente me hubiera gustado entrar literalmente en la obra y saludar a la dama y al transeúnte de más al fondo, en ese entorno tan sosegado y placentero que Sisley consigue transmitir en esta obra, dudo mucho que algún día me cansara de admirarla.

“Ocas en el arroyo” de Claude Monet

Después de haberme empapado con los matices “sislenianos” mi vista quedó hipnotizada por Monet y sus “Ocas en el arroyo”. La aureola dorada que enmarca a los ánades y a las figuras humanas del fondo de la tela ofrece esa sensación de perfección artística que toda obra pictórica anhela poseer. Quizás Monet pretendió, en un principio, que las ocas figuraran deambulando por el camino que va a para al portal de la casa, pero finalmente da la sensación de que decidió añadir más dinamismo a la pintura haciendo flotar mágicamente a las ocas en, y otra vez aparece una aureola, un discontinuo círculo de matices azules. Puede que Monet no pudiera degustar ninguna de las ocas que pintó en esta obra y por ello, en lugar de un camino que las acercara a su panza, creó un imaginario arroyo para frustrar a su apetito... Bromas aparte, se trata de una pintura, a mi modo de ver, genial y que solo estando enfrente de ella te permite captar esa sensibilidad que el autor, sin duda, poseía.

Bretonne en prière”de Paul Gauguin

Y ya justo antes de terminar el recorrido pude deleitarme con la última pieza expuesta en la muestra, una pintura de Paul Gauguin, “Bretonne en prière”, de 1894. Es muy posible que me fijara en el cuadro y en su magnificencia al ser esta obra estilísticamente diferente al resto de las expuestas, por supuesto, sin olvidar los dos descarnados retratos realizados por Tolouse-Lautrec que también muestran detalles de una pintura diferente, y según mi modesta opinión, algo más evolutiva con respecto a los otros maestros impresionistas de la colección. En esta pintura Gauguin busca directamente la esencia de la figura, la emoción y un brutal contraste en su colorido, rehuyendo de la perspectiva, marcando claramente las dos dimensiones del lienzo, pero sobre todo mostrando la vehemencia en el rezo de la joven devota. Esta obra muestra la emoción por encima del detalle, Gauguin aún va más allá que el resto de impresionistas, y por eso doy tanto valor a esta excelsa pintura.

Para acabar, si tienes la oportunidad de visitar la exposición no dudes en ir a disfrutarla toda ella en su conjunto, no dejes que mis palabras te condicionen, quizás tus cuadros favoritos sean todos u otros completamente diferentes a los míos.

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